Salud Escolar

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Mordidas

Mordidas de humano 


Morder es una conducta muy común en los niños pequeños. Las razones por las que los niños muerden a otros varían de niño a niño.
Es algo natural que los niños de alrededor de un año de edad muerdan a sus padres o a cualquier otra persona que esté al alcance. En la mayoría de los casos, los niños de esta edad muerden para aliviar la presión que sienten en las encías debido a la dentición.
Las mordeduras que no son causadas por la dentición pueden convertise en un problema de conducta en los niños de 18 a 30 meses de edad. Los niños de esta edad no son conscientes del dolor que las mordeduras causan a otros niños y a los adultos.
Aunque es común que los niños muerdan cuando están jugando, este comportamiento necesita atención inmediata. Los mordicos, además de ser dolorosos, pueden causar peleas entre compañeros de juego. Los niños que muerden también corren el riesgo de ser aislados por sus compañeros.
Los niños pequeños a menudo muerden como consecuencia de la frustración, el coraje, o la agitación. Es importante que los padres y las personas que cuidan a los niños estén alerta a estas situaciones para entender la causa de este comportamiento.
Las mordeduras que provocan ruptura de la piel, como todas las heridas punzantes, tienen un alto riesgo de infección e igualmente ofrecen riesgo de lesión a tendones y articulaciones.
Las mordeduras humanas pueden ser más peligrosas que la mayoría de las mordeduras de animales, ya que hay gérmenes en algunas bocas humanas que pueden causar infecciones difíciles de tratar. Si el niño presenta una mordedura humana infectada, especialmente en la mano, es posible que sea necesario hospitalizarlo para que reciba antibióticos por vía intravenosa. En algunos casos, se puede requerir cirugía.
Síntomas
Las mordeduras pueden producir síntomas que van desde leves hasta severos:
  • Rupturas de la piel o cortaduras mayores con o sin sangrado
  • Heridas punzantes
  • Hematomas
  • Lesiones por aplastamiento

Primeros auxilios

  1. Tranquilice y bríndele confianza al niño. Lávese muy bien las manos con jabón. Si el tiempo lo permite, póngase un par de guantes protectores si tiene algunos.
  2. Si el área NO está sangrando profusamente, lave la herida con un jabón suave y agua corriente por unos 3 a 5 minutos y luego cubra la mordedura con un apósito limpio. Quítese los guantes y lávese las manos de nuevo.
  3. Si el área está sangrando activamente, aplique presión directa con un trozo de tela limpio y seco hasta que el sangrado esté controlado. Eleve el área afectada.
  4. Consiga atención médica.


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