Hemorragia se refiere a la pérdida de sangre y puede ocurrir dentro del cuerpo (internamente) o por fuera de éste (externamente). Se puede presentar:
- Dentro del cuerpo, cuando la sangre se filtra desde los vasos sanguíneos u órganos.
- Por fuera del cuerpo, cuando la sangre fluye a través de una abertura natural (como la vagina, la boca o el recto).
- Por fuera del cuerpo, cuando la sangre sale a través de una ruptura en la piel.
Consideraciones
Siempre busque ayuda urgente para una hemorragia profusa y si se sospecha la presencia de una hemorragia interna. La hemorragia interna puede volverse potencialmente mortal con rapidez y se necesita atención médica inmediata.
Las lesiones graves no siempre sangran profusamente y ciertas lesiones relativamente menores, como por ejemplo heridas en el cuero cabelludo, pueden sangrar mucho. Las personas que toman medicamentos anticoagulantes o que tienen un trastorno hemorrágico, como la hemofilia, pueden sangrar de manera excesiva y rápida porque su sangre no coagula apropiadamente. El sangrado en estas personas requiere atención médica inmediata.
La presión directa ayuda a detener la mayoría de los sangrados externos y es la medida de primeros auxilios más importante.
Lávese siempre las manos antes, en lo posible, y después de administrar los primeros auxilios a una persona que esté sangrando con el fin de evitar infecciones.
Trate de utilizar guantes de látex al tratar a alguien que esté sangrando y todo maletín de primeros auxilios los debe tener. Las personas alérgicas al látex pueden utilizar guantes sintéticos que no estén hechos de este material. Usted puede contraer la hepatitis viral si toca sangre infectada y el VIH se puede diseminar si la sangre infectada se introduce en una herida abierta, incluso en una pequeña.
Aunque las heridas por punción no suelen sangrar mucho, traen consigo un alto riesgo de infección. Busque atención médica para prevenir el tétanos u otra infección.
Las heridas abdominales o torácicas pueden ser muy serias debido a la posibilidad de hemorragia interna grave. Estas heridas pueden no lucir muy serias, pero pueden causar shock. Busque asistencia médica inmediata para cualquier herida abdominal o torácica. Si los órganos aparecen a través de la herida, no trate de reubicarlos en su lugar. Cubra la herida con un trozo de tela humedecida o una venda y aplique sólo una presión muy suave para detener el sangrado.
La hemorragia puede causar hematomas o moretones (sangre acumulada debajo de la piel), que generalmente son el resultado de un golpe o una caída. Aplique una compresa fría en el área lo más pronto posible para reducir la hinchazón. Envuelva hielo en una toalla y coloque la toalla sobre la lesión. No ponga hielo directamente sobre la piel.
Causas:
La hemorragia puede ser causada por lesiones o puede ocurrir espontáneamente. La hemorragia espontánea por lo general es ocasionado por problemas con las articulaciones o los tractos gastrointestinal o urogenital.
Primeros Auxilios:
Los primeros auxilios son apropiados para el sangrado externo, pero si hay un sangrado intenso o si se sospecha de una hemorragia interna, ¡consiga ayuda médica inmediatamente!
- Calme y bríndele confianza a la persona, ya que ver sangre puede ser muy atemorizante.
- Si la herida es superficial, lávela con agua tibia y jabón, y séquela con palmaditas suaves, sin frotarla. Las heridas superficiales o rasguños son lesiones que afectan las capas superficiales de la piel y el sangrado de este tipo de heridas a menudo se describe como “exudado”, debido a que es lento.
- Deje a la persona acostada. Esto reduce la posibilidad de un desmayo al aumentar el flujo de sangre al cerebro. Siempre que sea posible, eleve la parte del cuerpo que está sangrando.
- Retire cualquier residuo suelto o suciedad visible de la herida. Si un objeto, como un cuchillo, trozo de madera o flecha, está enterrado en el cuerpo, NO lo retire, pues esto puede causarle incluso más daño y puede empeorar la hemorragia. Coloque almohadillas y vendajes alrededor del objeto y péguelo con cinta en el lugar.
- Aplique presión directa sobre la herida externa con un vendaje estéril, un trozo de tela limpio o incluso con una prenda de vestir. Si no hay otra cosa disponible, use las manos. La presión directa es lo mejor para un sangrado externo, excepto para una lesión ocular.
- Mantenga la presión hasta que se detenga el sangrado. Cuando éste se haya detenido, envuelva fuertemente el apósito sobre la herida con cinta adhesiva o con un pedazo de tela limpio. Coloque una compresa fría sobre el apósito. No mire por debajo del vendaje para ver si el sangrado se ha detenido.
- Si el sangrado continúa y se rezume a través del material que está siendo sostenido sobre la herida, no lo retire; simplemente, coloque otro vendaje sobre el primero. Asegúrese de buscar atención médica.
- Si el sangrado es profuso, busque ayuda médica y tome las medidas necesarias para evitar el shock. Mantenga la parte del cuerpo lesionada completamente inmóvil. Acueste a la persona horizontalmente, levántele los pies unas 30 cm y cúbrala con un abrigo o una manta. NO mueva a la persona si ha habido una lesión en la cabeza, el cuello, la espalda o una pierna, ya que al hacerlo se puede empeorar dicha lesión. Consiga ayuda médica lo más pronto posible.
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